Portillo...

muy cerca de ti

Visitar sitios curiosos y pintorescos siempre ha ocupado una parte importante del ocio del ser humano. Muy cerca de Valladolid, a 10 minutos, en la carretera Valladolid-Segovia, tienes uno de ellos, Portillo, un antiguo enclave romano situado en lo alto de un cerro que te irá marcando el camino mucho antes de llegar a él.

Portillo Rural te invita a visitar este entorno que, si no lo conoces, seguro que te encantará, y si ya has estado en él, seguro que te queda algo por descubrir.

Su castillo del siglo XI desde cuya torre se pueden divisar hasta quince pueblos y cuyo subterráneo, (ambos accesibles), situado en el patio de armas, es único en España, junto con el
de Chinchón (Madrid).

Su calzada romana (Cuesta Empedrada), antiguo acceso al pueblo desde su Arrabal; hoy día broche del recorrido de sus encierros por el campo.

Pasear por la Ronda que bien pudiera ser el Malecón de Castilla por su panorámica y la visión de esa larga costura que une el cielo con la tierra.

Admirar la ancestral magia de convertir la tosca tierra en fina cerámica, simplemente con la mano de ese mago milenario que es el alfarero.

El proceso de cómo ingredientes naturales como harina, aceite, huevos, etc., se van transformando en exquisitos dulces que acabarán en las bandejas de nuestros hogares.

Estas son algunas de las opciones que te ofrece este pueblo, tan desconocido por tantos y tan cerca de todos.

¡Ah!, y, cuando atravieses esa puerta del tiempo que es el Arco Grande, y este te despida por el retrovisor del coche, sí no llevas contigo ningún producto del pueblo, recuerda que en tu despensa no puede faltar una manada de ajos, una caja de mantecados y un botijo de Portillo.

¡Te esperamos!

J.L De León

SU HISTORIA

SUMÉRGETE EN LA HISTORIA FASCINANTE
DE PORTILLO VALLADOLID

A una distancia de 23 Kilómetros de la capital vallisoletana, por la CL-601, Portillo es uno de los municipios más emblemáticos de la provincia de Valladolid. Su núcleo más antiguo, la villa de Portillo, se ubica en una posición estratégica, encaramada sobre un espigón calcáreo desde el que se divisan las campiñas del centro de la provincia y la histórica línea fronteriza del Duero.

La villa se asienta sobre un cerro presidido por un castillo. Sobre el origen del nombre Portillo se barajan dos hipótesis. Según la primera, el nombre se debería al diminutivo del antiguo topónimo porta Augusta, una de las cuatro puertas que tuvo esta plaza fuerte y de las que hoy tan solo queda una, conocida en el pasado como postigo de Escuevas. La segunda hipótesis lo hace derivar de Nivaria, nombre que dio el pueblo vaceo a esta villa, que jugó durante la reconquista un importante papel como baluarte defensivo y ofensivo en manos, alternativamente, de moros y cristianos.

Hasta bien entrado el siglo XIV los testimonios escritos en los que se relatan hechos acontecidos en Portillo son bastante escasos. Algunas de las primeras noticias sobre la villa aluden a doña Sancha, quien otorgó el lugar al obispo Ponce y a los canónigos de Palencia. Se sabe que tenía fuero propio y que Alfonso XX el Sabio le concedió Fuero real. En 1468 Enrique IX donó la villa al conde de Benavente, Alonso de Pimentel. Fue conquistada por Alfonso V de Portugal, aunque pronto los monarcas castellanos se la devolvieron al conde de Benavente.

Portillo llegó a contar con siete iglesias de las que se conservan dos: la de San Juan, del siglo XVIII, y la de Santa María, del siglo XVI, aunque reedificada en el siguiente.

En la actualidad gran parte del pueblo se encuentra fuera de sus murallas, levantadas en piedra en el siglo XIII. De las puertas de esta fortificación se conservan dos: el postigo de Escuevas (o Arco grande), abierto al sur y unido a varios metros de la antigua muralla, y el Arco Pequeño, a unos doscientos metros hacia el oeste, recientemente restaurado. Se trata de un interesantísimo postigo cuyo hueco, de arco semicircular y coronado por dos merlones, mide dos metros de ancho y tres de altura. Las otras puertas fortificadas, orientadas aproximadamente al oeste, al norte y al este, se llamaron de la Cuesta Empedrada, del Mercado o de la Villa y de la Llanada.

La villa conserva algunas casas nobles con viejos escudos de piedra, adornados huecos, aleros salientes, ventanas de escasa luz y fuertes rejas y sillares ennoblecidos por los siglos. En una de estas casas nació en 1882 Pio del Rio Hortega, científico relevante en el campo de la neurohistología.

El municipio de Portillo cuenta con dos distritos: El distrito 1º es el núcleo más antiguo, la villa de Portillo. El distrito 2º (hoy Arrabal de Portillo, fue el arrabal del cerro en el que se sitúa Portillo y se localiza en la parte inferior de la ladera sobre la que se encuentra el núcleo originario.

NATURALEZA Y ENCANTO
EN PORTILLO VALLADOLID

¿QUÉ VER?

¿QUÉ HACER?

CULTURA Y TRADICIÓN

FIESTAS Y CELEBRACIONES

Las fiestas patronales en honor a Santa María la Mayor se celebran del 7 al 14 de septiembre. En estas fiestas son famosos los encierros campo a través. La segunda fiesta en importancia es la del Corpus Cristi, con procesión por las calles engalanadas. Sorprende la presencia de altares en las puertas de muchas casas.

El lunes de Pascua se celebra una fiesta campestre en la zona recreativa de Fuentemínguez.

El último fin de semana de Junio, se celebra la feria del ajo de Portillo. Esta feria es el evento más importante a nivel comarcal que se realiza en la villa y está dedicado al ajo, la cerámica y los mantecados.

ARTESANÍA

ALFARERÍA

El municipio es famoso por la industria alfarera, sobretodo en Arrabal de Portillo (2º distrito). Siguen fabricándose piezas tradicionales como cazuelas, barreños y jarros de pasta roja (arcilla), al lado de cazuelas refractarias u objetos decorativos, muchos de ellos de una forma artesanal.

CONFITERÍA

Otra actividad importante es la repostera, dedicada fundamentalmente a la fabricación de pastas caseras, especialmente mantecados (las famosas zapatillas).

AGRICULTURA DEL AJO

Portillo es conocido como la cuna del mejor ajo blanco de España. Una de las actividades más fuertes de la localidad tiene que ver con el cultivo de esta variedad de ajo.

Memoria de un trovador anónimo

Grande y austero Portillo, Villa de grandes señores, las piedras de tu castillo
guardan secretos de amores.

Portillo feudo y condal, aún queda en tus viejas calles el aroma de los
valles donde duerme tu Arrabal.

De los vetustos escudos, las murallas derribadas, los arcos que cantan
mudos tantas batallas ganadas.

De los cerros desgastados por los caballos de Marte, que dejaron
sepultados picas, lanzas y estandartes.

Todas las cosas que siento, yo te quisiera contar, y a tu nombre
transportar lo que un día llevó el viento.

Como señor y feudal, yo califico a Portillo, que en la expansión de su
altura, busco para su Arrabal, una espléndida llanura, a la sombra del
castillo.

La fuente de un caño añejo, que se ve adosada a un muro, te canta un
romance viejo, por no mirar al futuro.

Y como cosa lejana, que va atravesando el mundo, te canta, también
la fontana, de su rey Don Juan Segundo.

Y con húmedos sabores, va narrándote, una a una, las penas y los
amores de Don Álvaro de Luna…

 ~ Anónimo